martes, junio 03, 2008

RONQUIDOS Y APNEA DEL SUEÑO.



Ronquidos y Apnea del Sueño.

Los trastornos de la respiración durante el sueño comprenden un espectro de desórdenes que tienen repercusión en distintos campos de la medicina. El más habitual y reconocible es el ronquido. En ocasiones este es totalmente benigno y resulta de congestión nasal, fatiga excesiva, uso de depresores del sistema nervioso central o posiciones anormales al dormir. No obstante, puede estar indicando una enfermedad subyacente.
El ronquido corresponde al sonido respiratorio típico que ocurre durante la inspiración o expiración que se genera en la vía aérea superior durante el sueño. El ronquido simple detectado por el compañero de pieza que no tiene implicaciones clínicas no se acompaña de somnolencia diurna y puede reducirse bajando de peso, modificando la posición durante el sueño u usando un dispositivo oral.

El espectro de alteraciones del sueño va desde (según importancia) ronquido inicial, síndrome de resistencia de la vía aérea superior y el síndrome de apnea hipoapnea del sueño (SAHOS).

Dado el aumento de la morbi-mortalidad en los pacientes afectados por el SAHOS y su asociación con enfermedades cardiovasculares (hipertensión arterial, accidente vascular cerebral, arritmias cardiacas) los investigadores le han prestado gran atención.

Durante el sueño normal se alterna una etapa conocida como sin movimientos rápidos de ojos (NREM en inglés) y uno de movimientos rápidos (REM), que dura aproximadamente 90 minutos y que se repite 3 a 4 veces por noche. La disrupción de este ciclo (sueño fraccionado) produce diversos trastornos como somnolencia diurna, dolor de cabeza matinal, cambios de humor, pérdida de la memoria, impotencia, sueño no reparador.

Aproximadamente un 28% de las mujeres y un 44% de los hombres entre 30 a 60 años reportan roncar en forma habitual y los estudios con polisomnografía revelaron que 9% de las mujeres y 24% de los hombres presentaron algún grado de apnea del sueño.

El SAHOS puede ocurrir a cualquier edad pero es más común entre los 45 y 65 años.

El ronquido resulta del paso del fujo aire turbulento por una obstrucción incompleta de la faringe que hace vibrar los tejidos blandos de la zona. La obstrucción lleva a un aumento de la presión inspiratoria negativa (necesaria para ingresar aire) que lleva a un mayor colapso de la vía érea, a turbulencia y ruido. En el SAHOS la oclusión se genera por el contacto de la lengua con el paladar blando y la pared posterior de la faringe asociado a un colapso de la pared lateral.

La apnea (ausencia de respiración por más de 10 segundos) del sueño se produce por una disminución del tono muscular de la faringe que lleva a un cierre de la vía aérea superior. Esta obstrucción asociada ha disminución del oxígeno y la retención de anhídrido carbónico es la causa de los múltiples despertares que presentan los pacientes con apnea del sueño.

El diagnóstico se sospecha por la historia y examen clínico y se confirma con una polisomnografía que es un estudio que mide numerosas variables mientras se duerme en el laboratorio.
Sospechoso: roncador, obeso, hipertenso, somnoliento diurno, presencia de apnea.

El tratamiento considera bajar de peso, evitar hipnóticos y relajantes, no beber alcohol por la noche, dispositivo oral (desplazador de mandíbula o retenedor de lengua), algunos medicamentos, uso de presión positiva en la vía aérea, cirugía en algunos casos.

El manejo quirúrgico del ronquido y el SAHOS esta indicado cuando existe una anormalidad corregible quirúrgicamente, cuando la presión positiva ha fallado o cuando otras formas de tratamientos no invasivos han probado ser inefectivos o difíciles de tolerar.

La cirugía puede comprender el tabique nasal, las amígdalas, los cornetes, adenoides, la úvula o sus pilares, el paladar blando o la base de la lengua. También pueden ser corregidas las alteraciones craneofaciales congénitas o adquiridas. En raros casos la obstrucción puede ocurrir a nivel de la laringe por un tumor o laringomalacia.
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Traducido, resumido y adaptado de Medscape 2007, por Dr. CA Quijada S.

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